CONMOCIÓN Y ESPERANZA
Cho Seung-Hui, declarado “enfermo mental” por un tribunal en 2005, eludió los controles para la compra de armas de fuego que pudieron haber impedido la matanza de 32 personas en la Universidad Politécnica de Virginia (EEUU). Las autoridades universitarias creyeron en un principio que los disparos en la residencia fueron parte de un crimen pasional y por ello no alertaron a los est
udiantes de la universidad del peligro hasta más de dos horas más tarde, cuando ya había comenzado el segundo ataque.
Ahora algunos estudiantes y sus familiares cuestionan esa decisión y han dicho que se debió clausurar el recinto de inmediato y que no hubo suficientes advertencias al resto de los universitarios. El gobernador d el Estado de Virginia, Tim Kaine, anunció hoy que designará una comisión que investigue la manera en que la universidad reaccionó a la emergencia. Durante una entrevista con la cadena CNN de televisión, Kaine advirtió que no deberían hacerse juicios apresurados y añadió que “desprecia” a quienes aprovechan la tragedia “y la convierten en su caballito de batalla político”.
A pesar de las críticas, el rector de la Universidad, Charles Steger, recibió una ovación de 30 segundos cuando asistió ayer, martes, a una asamblea en la universidad en la que estuvieron presentes el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su esposa Laura.
La universidad reabrió hoy sus oficinas administrativas tras el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos, pero más difícil será reponerse de la tragedia para toda la comunidad universitaria estadounidense. Nunca serán olvidadas las últimas palabras de Cho, gravadas y enviadas a la CNN en un video doméstico realizado por el propio asesino entre el primer y el segundo ataque.
Sin embargo, las primeras reacciones estudiantiles han sido positivas: “Hay que volver al día a día para salir adelante”, afirmó Kwasi Atta, un estudiante de ciencias económicas de 21 años. “Nunca vamos a olvidar esto, pero necesitamos superarlo de alguna forma”, coincidió el saudí Naif Albelwi, de 25 años, quien cursa administración de empresas. Más reacciones.
udiantes de la universidad del peligro hasta más de dos horas más tarde, cuando ya había comenzado el segundo ataque.Ahora algunos estudiantes y sus familiares cuestionan esa decisión y han dicho que se debió clausurar el recinto de inmediato y que no hubo suficientes advertencias al resto de los universitarios. El gobernador d el Estado de Virginia, Tim Kaine, anunció hoy que designará una comisión que investigue la manera en que la universidad reaccionó a la emergencia. Durante una entrevista con la cadena CNN de televisión, Kaine advirtió que no deberían hacerse juicios apresurados y añadió que “desprecia” a quienes aprovechan la tragedia “y la convierten en su caballito de batalla político”.
A pesar de las críticas, el rector de la Universidad, Charles Steger, recibió una ovación de 30 segundos cuando asistió ayer, martes, a una asamblea en la universidad en la que estuvieron presentes el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su esposa Laura.
La universidad reabrió hoy sus oficinas administrativas tras el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos, pero más difícil será reponerse de la tragedia para toda la comunidad universitaria estadounidense. Nunca serán olvidadas las últimas palabras de Cho, gravadas y enviadas a la CNN en un video doméstico realizado por el propio asesino entre el primer y el segundo ataque.
Sin embargo, las primeras reacciones estudiantiles han sido positivas: “Hay que volver al día a día para salir adelante”, afirmó Kwasi Atta, un estudiante de ciencias económicas de 21 años. “Nunca vamos a olvidar esto, pero necesitamos superarlo de alguna forma”, coincidió el saudí Naif Albelwi, de 25 años, quien cursa administración de empresas. Más reacciones.
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