SINOPSIS:
Un importante financiero estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en su fabuloso castillo de estilo oriental, Xanadú. La última palabra que pronuncia al expirar es “Rosebud”. El país entero y la prensa en general quedan intrigados por saber el significado de esta palabra. Para descubrirlo, un grupo de periodistas se pone a investigar...
Un importante financiero estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en su fabuloso castillo de estilo oriental, Xanadú. La última palabra que pronuncia al expirar es “Rosebud”. El país entero y la prensa en general quedan intrigados por saber el significado de esta palabra. Para descubrirlo, un grupo de periodistas se pone a investigar...
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Crítica / sensaciones:
Una primera impresión:
Charles Foster Kane, uno de los personajes públicos más importantes de Norte América, es dueño de todo cuanto el sueño americano ha ofertado siempre: dinero, propiedades, poder político y mediático, respeto e incluso admiración. Sin embargo, Orson Welles y Herman J. Mankiewicz van a resaltar en este clásico de clásicos la riqueza más valiosa que una persona puede poseer: el sentimiento de ser amado.
La película empieza con la muerte de su protagonista, que en el último suspiro de su vida pronuncia la palabra “Rosebud”. Como ya se ha destacado anteriormente en la sinopsis, el film recorre la vida del fallecido magnate a través de una investigación periodística a gran escala para conocer el significado de su último legado. Los investigadores nunca hallarán la explicación, y al final, sólo el espectador puede llegar a dilucidar el sentido de tal término. La clave de la película se encuentra en su última escena: cuando los operarios que desmantelan el castillo de Xanadú prenden fuego a un trineo de madera se divisa una inscripción: “Rosebud”.
Para aclarar el alcance de esta mítica imagen debemos remontarnos al principio del largometraje. El primer flash back de la historia, o sea del difunto, empieza cuando el pequeño Charles Foster Kane tenía 8 años y sus padres intercambian su patria potestad y custodia a favor de un banco por dos motivos: Charles viviría una vida de lujos y privilegios y los padres serían recompensados económicamente. Por medio de sus padres y del banquero, la noticia llega a oídos del joven protagonista mientras jugaba bajo la nieve con un trineo regalado por los primeros. Su reacción fue contundente. Lanzó el trineo encima del empresario. “Tendrás uno más grande y mejor” le aseguraron.
En mi opinión, “Rosebud” simboliza lo que le arrebataron a un niño de 8 años: el amor incondicional de una familia. Sus propios padres le negaron el afecto, el cariño y la seguridad de sentirse querido. Por ello, a lo largo de su vida busca el respeto, la admiración y sobre todo el reconocimiento de todos cuantos le rodean, mientras se da cuenta de que no sabe ganarse su amor. Ésta es la pieza que faltó en la felicidad de Kane, lo que anheló durante y hasta el último instante de su existencia.
Segundo tema importante de la película: el poder mediático
Para otra ocasión.
1 comentario:
Suarotori, en su crítica y sensaciones sobre “Ciudadano Kane”, toca un tema muy interesante que es la privación y falta de cariño que adolece el protagonista, por una carencia del amor y afecto de su familia en la etapa infantil. Y en mi opinión, lo que es más significativo y fundamental es como no consigue granjearse el mencionado afecto mediante la utilización del poder y del dinero. Afortunadamente, se podría decir que no todo lo puede comprar el llamado vil metal, aunque este es un asunto que exigiría una mayor profundidad en otro foro.
Pero sí me gustaría referirme y anotar algo, no sobre el poder mediático, sino sobre lo que significó este film en la historia del cine pues ha sido considerada unánimemente como película-ruptura.
Y efectivamente, el MRI (Modo de Representación Institucional) que relacionaba la toma, el plano y la secuencia, provenía de una forma de hacer cine que se iniciaba fundamentalmente en D.W. Griffith y que fundaba un paralelismo y un contrapunto, o sea, un MRI clásico, un primer cine podríamos decir, con un sistema de estrellas, de estudios, narrativo y de entretenimiento. En una palabra: el cine comercial.
Orson Welles, con su película, inicia otro tipo de cine, de autor, esteticista y de reflexión, o lo que podríamos denominar y englobar en un llamado cine arte, que para otros significó el comienzo o los primeros destellos de la "modernidad cinematográfica". Y no sería justo no incluir otra película que cambió las estructuras fílmicas como fue “La regla del juego” de Jean Renoir de 1939.
Pero, la realización de “Ciudadano Kane” que es el film que nos ocupa, trasgredió una serie de esquemas que caracterizaban al llamado cine clásico y que se podrían resumir en una dejadez en la sumisión de los aspectos técnicos al argumento, en la deconstrucción de los espacios habitables y tiempos no coherentes, en una ruptura del flujo narrativo (flash back), en una fragmentación y multiplicación de los relatos y en una ausencia de clausura narrativa.
En resumen, es un modo de realizar cine de forma diferente y en la que el realizador pretende, a través de la colocación y movimientos de cámara, de un discurso narrativo no coherente temporal y de una apertura final frente a la clausura de la historia, llevar al espectador a la reflexión y a la meditación.
GUNGADÍN
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